yo sé que tú sabes que yo sé:
tal es la fórmula general de la mortificación,
pudor inocente, helado,
que toma por insignia la insignificancia.
Roland Barthes, Fragmentos de un discruso amoroso.
Hay golpes en la vida tan fuertes, escribía César Vallejo en los Heraldos
negros, como si ante ellos la resaca de todo lo sufrido se empozara en el
a...

